martes, 8 de diciembre de 2009

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA
VICERRECTORADO ACADEMICO
DECANATO DE INVESTIGACION Y POSTGRADO
MAESTRÍA EN GERENCIA EDUCATIVA








La planificación educativa
en Venezuela



Participantes:
Tatiana Méndez
Edgar Aguilar
Jairo Caraballo
Guillermo Oquendo

Maracaibo, Diciembre 2009
Introducción

La planificación es la previsión de las actividades y los recursos para el logro de los objetivos que se desean alcanzar. Por lo tanto, planificar es elaborar un plan general debidamente organizado, para obtener un fin determinado. Cuando se habla de planificación educativa, se debe señalar que esta permite orientar y encaminar su quehacer educativo. En otras palabras, el éxito de la gestión educativa radica en la realización de una buena planificación, coherente y progresiva, ya que permite entre otras cosas:
Evitar la improvisación y reducir la incertidumbre, las actuaciones contradictorias y los esfuerzos innecesarios; unificar criterios a favor de una mayor coherencia funcional racionalizando las tareas de los diversos actores educativos, garantizando así el uso racional del tiempo, la coordinación y la participación de todos los involucrados en el proceso. Para conseguirlo, deben superarse posturas individualistas y antisolidarias, dando paso a una visión holística y global de responsabilidad.
En el presente trabajo, explica el inicio y la evolución de la planificación educativa en Venezuela, así como su situación actual, destacando además la importancia de la educación como inversión económica y social. Igualmente se explica el Plan Decenal y el Proyecto Educativo Nacional, con sus características y fundamentos.

Inicio y Evolución de la Planificación Educativa en Venezuela
Según Rosales (2001), antes de la llegada de los conquistadores a Venezuela, no había un sistema educativo formal sino un constante proceso de socialización. Con la llegada de los conquistadores, la acción educativa se centra en el interés económico-político del poderío español.
La educación durante el período colonial fue utilizada como medio de dominación y transculturización, no tenía un basamento legal que sustentara el acto educativo, lo que da a entender que no existió una estructura planificada. La preocupación por la planificación y la metodología de la enseñanza era casi nula, a pesar que existían ciertos modelos que podían ayudar a crear una estructura adecuada.
Según Ander-Egg (2001), la planificación educativa “es un proceso mediante el cual se determinan las metas y se establecen los requisitos para lograrlas de la manera más eficiente y eficaz posible” (p.44). Se deduce de lo expuesto, que dicho proceso trata de racionalizar la acción en una pauta temporal, en función del logro de fines bien definidos que se consideran valiosos, por lo tanto debe ser estructural y dinámica.



Fases de la Planificación Educativa
Primera Fase: La planificación educativa como logística
Según Levin (1987), cualquiera que sea la forma de toma de decisiones de carácter educativo, normalmente tiene consecuencias logísticas, es decir, una vez tomadas las decisiones básicas, hay que ver la forma de ponerlas en práctica.
Lo importante al identificar la parte logística de la planificación educativa, es saber que las decisiones políticas tienen que traducirse en realidades. A menudo dichas decisiones pueden ser ambiguas, haciendo alusión únicamente a asuntos de orden general.
Segunda Fase: La planificación educativa como tecnocracia
Las actividades de los planificadores educativos en calidad de tecnócratas tienden a basarse en ejercicios muchos más abstractos que aquellos que corresponden a los que se ocupan de la parte logística. El enfoque tecnocrático típicamente carece de contenido político o social o de análisis de valores. Su punto de partida sería, una serie de herramientas en búsqueda de un problema. Consiste en evitar asuntos complejos tales como valores, cuestiones políticas y la validez de las hipótesis. Se trataría más bien de una planificación de la educación destinada a los planificadores.
Tercera Fase: La planificación educativa como política
Hace referencia al empleo del ejercicio de planificación para contribuir a un programa político que en términos generales sería el del gobierno y del sistema político vigente. La segunda manera en que los planificadores de la educación cumplen un papel político es mediante el apoyo que dan a la penetración del capitalismo multinacional.
El planificador de la educación tiende a apoyar el status quo y las estructuras políticas existentes en formas conscientes e inconscientes, abiertas y latentes, lo cual parece ser cierto aun cuando abrigue opiniones personales que lo alejen de aquellas que se reflejan en el actual marco de referencia político.
Cuarta Fase: La planificación educativa como investigación
La investigación debería ocupar un lugar prioritario para el planificador de la educación. Sin un conocimiento básico sobre las relaciones entre la educación y los sistemas sociales, económicos y políticos es difícil elaborar programas educativos que logren objetivos en dichos campos. No obstante, el papel de investigador educativo ha sido una de las dimensiones más descuidadas de la planificación educativa.
La investigación se refiere a los intentos por descubrir conocimientos sobre las relaciones básicas entre cambios educativos y sus repercusiones sociales, políticas y económicas, así como las condiciones bajo las cuales determinados cambios educativos se presentan.
Educación-Desarrollo: la educación como Inversión Económica y Social.
La Educación es un proceso social, permanente e integral de interacción, mediante el cual hay un aprendizaje individual y grupal. Al respecto, Odreman (2003) señala
es un proceso formativo que prepara para asumir conocimientos, orientando hacia una visión crítica y transformadora de la realidad, es decir, es el acto en que los sujetos aprenden a aprender. Se refiere a la creciente autonomía de las personas, ya que es un medio a través del cual se logran cambios de actitudes. (p.13)

Se deduce de dicha definición, que la educación está relacionada con una serie de conceptos como formación, enseñanza, aprendizaje, capacitación, información, socialización, entre otros. Al respecto, el artículo Nº 3 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), establece:
El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución. La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines. (p.6)
Se infiere de lo expuesto, que la educación es el proceso más completo, permanente y continuo, a través del cual se trata de ubicar al individuo críticamente dentro de su contexto histórico, político y social, para que sea capaz de reaccionar frente a los hechos de la vida.
Según Iglesias (2003), existen dos maneras básicas de entender la definición del desarrollo: “desde una postura economicista basada sobre la racionalidad instrumental tecnologicista o desde otra postura más humanista, que tratan de comprender el desarrollo más en el campo del ser que en el de tener” (p.12).
Sin embargo, tradicionalmente se ha aceptado como la acepción más generalizada del desarrollo, que el mismo implica el tránsito de una sociedad tradicional a una sociedad moderna, que brinde bienestar a sus miembros.
Se infiere de los planteamientos anteriores, que este concepto parte de la idea del progreso, el cual sostiene que la humanidad ha avanzado en el pasado a partir de una situación inicial de primitivismo, barbarie o incluso nulidad y que sigue y seguirá avanzando en el futuro. Sin embargo, es una idea controversial, pues la noción de progreso tiene dos tendencias:
• Una es que el progreso consiste en el perfeccionamiento de lasherramientas con las cuales el ser humano se enfrenta a los problemas que plantea la naturaleza o el esfuerzo humano por vivir en sociedad
• La otra es el criterio de progreso, que tiene que ver con el perfeccionamiento cada vez mayor de la naturaleza humana y sus virtudes, para un mayor bienestar espiritual y moral.
La primera, explica el progreso en términos cuantitativos, de crecimiento o de aumento de productos, ideas o instituciones, sin necesariamente incluir el perfeccionamiento espiritual del ser humano. Este concepto de desarrollo está ligado a la sociedad moderna y al sistema de producción industrial capitalista, que por tener entre sus objetivos básicos la acumulación de riquezas, contiene en su seno la intención de maximización de las ganancias en la producción, que a su vez es la base o estímulo para los avances tecnológicos o de progreso en los distintos ámbitos de la sociedad, entre éstos el educativo.
De tal manera, que generalmente se ha aceptado que un país desarrollado es aquel que ha alcanzado un nivel de crecimiento en los ámbitos económicos, políticos, culturales y sociales, logrando así satisfacer sus necesidades internas y proporcionando amplio bienestar a los miembros de su comunidad.
La educación como inversión económica
Ante la interrogante en torno a si la educación es un factor de crecimiento económico, la evidencia empírica obtenida a partir del procesamiento de la base de datos elaborada por Barro y Lee (1999), conduce a responder con un afirmativo condicionado.
Según los mencionados autores, si se considera que la educación primaria tiene un efecto directo sobre el crecimiento económico y la secundaria y superior un efecto indirecto a través de la inversión privada en maquinarias y equipos, se puede afirmar que la educación es, en definitiva, una variable determinante para alcanzar mayores tasas de crecimiento económico.
Sin embargo, hay que considerar que la variable que tiene mayor poder explicativo es la inversión privada en maquinarias y equipos, al punto de que la evolución negativa de ésta basta para anular la significación de la educación como variable explicativa del crecimiento económico.
Señala Piñero (2001), que la versión completa de la investigación “Crecimiento Económico y Educación” de la serie documentos del Proyecto Pobreza, consta de dos partes. En la primera parte, se intenta responder a la pregunta que si era la educación la que causaba el crecimiento económico o por el contrario, el crecimiento económico el que impulsaba la actividad educativa.
Frecuentemente se argumentaba que los países o las familias con mayor nivel de educación, son los mismos que registran los mayores niveles de ingreso. Por lo tanto, se introducía un elemento de duda a esta argumentación.
Se infiere de lo antes expuesto, que bien pudiera ser el caso que un incremento en el ingreso promedio nacional, disminuyese el costo de oportunidad de educarse, impulsando así los niveles de inserción en el sistema educativo. En este caso, la argumentación de causalidad sería del crecimiento económico a la educación. Este era precisamente el punto a constatar.
Las conclusiones a las que se arribó en dichas investigaciones, indicaban que sólo la educación primaria tendría un impacto positivo futuro sobre el crecimiento económico, mientras que la educación secundaria y superior no la impulsaría. El estudio también indicaba que la variable que más explicaba la tasa de crecimiento económico, era la inversión privada en maquinaria y equipos, seguida en importancia por la recurrencia de los shocks económicos adversos.
Por lo tanto, la Educación además de ser un derecho es una inversión económica, ya que tiene una alta tasa de rendimiento (entre el 10% y 25% tanto para la privada como la pública), un efecto sobre el crecimiento económico y constituye quizás, entre el 50% y el 60% de la riqueza nacional de los países desarrollados. Además, la mala distribución de la Educación produce inequidad en los resultados económicos, ya que ésta tiene:
- Implicaciones de ahorros para otros sectores: educar a las mujeres es una inversión efectiva en la salud.
- Externalidades públicas y externalidades entre regiones
- Cualidades que no son expropiables.
Se deduce por tanto, que todo esto tiene implicaciones para el financiamiento y provisión de la Educación. En particular la Educación Básica, es crítica para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza, especialmente cuando como resultado del cambio tecnológico, las estructuras de los mercados laborales están cambiando dramáticamente.
Por ello, para el Banco Mundial, la educación es un importante instrumento de desarrollo económico y social, siendo su estrategia fundamental ayudar a los países a reducir la pobreza y mejorar sus niveles de calidad de vida por medio de un crecimiento sostenible e invirtiendo en las personas.

La educación como inversión social
De acuerdo con Castellanos (2003), la educación como inversión social, se plantea como una necesidad personal, “un bien público, un derecho permanente e irrenunciable de la persona, una obligación ineludible para la familia y el Estado y un reto a todos los recursos humanos de la sociedad para responder adecuadamente a las necesidades de la población” (p.77). Por lo tanto, para enfrentar este reto, Venezuela necesita reordenar de manera novedosa la coexistencia entre la educación oficial y la educación de iniciativa social denominada privada en la Constitución.
Además, la educación sin dejar de ser un deber familiar, es una realidad pública de toda la sociedad. En esta surgen y se forman docentes especializados que educan a los jóvenes y les transmiten los valores sociales, habilidades y destrezas para desarrollar sus potencialidades, las cuales les permitirán ejercer oficios posteriores.
Se infiere por tanto, que la educación como inversión social, se debe ajustar a los principios y metas constitucionales y de bien común, ya que al ser un bien público, debe proporcionar la participación de la sociedad y generar conciencia ciudadana.
Por otra parte, es un derecho humano y social del que todos deben disfrutar en igualdad de condiciones, pues el cumplimiento de este derecho va a posibilitar el disfrute de los otros derechos esenciales. En tal sentido, la Constitución establece en su artículo 2 un Estado democrático con la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político y entre sus fines primordiales, resalta en su Artículo 3 “la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad”.
Si realmente existiese la convicción de que la educación de calidad para todos es exigencia para la dignidad y libertad de las personas, clave de la democracia política, del crecimiento económico y de la equidad social, debería ocupar el primer lugar entre las preocupaciones públicas y entre los esfuerzos nacionales.
De ahí, la necesidad de asumir la educación de calidad como tarea de todos, como proyecto nacional objeto de consensos sociales amplios y duraderos, que pasa a ser la estrategia fundamental del Estado, las familias y la sociedad, para incorporar plenamente a todas las personas al quehacer de la vida pública contemporánea.
En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), se señala que la educación es una función indeclinable y prioritaria en los fines del Estado y es un deber constitutivo de la raíz más esencial de la democracia; también expresa que el gobierno “desarrolla la triada solidaria entre sociedad, familia y Estado” y que “la educación es plural en su apertura a todas las corrientes del pensamiento universal”.
Desde esta perspectiva, el Estado como órgano derivado de la sociedad y encargado de velar por sus fines, debe garantizar las posibilidades de desarrollo de todas las personas, ya que tiene como justa razón de ser el bien común de todos. Es decir, no constituye un fin en sí, ya que su función no es la de dominar o controlar la persona, la familia, la sociedad articulada en diversas formas de agrupación, sino ayudar y estimular la especificidad de cada instancia.
Con base en estas realidades, en 1997 se reforma el nivel de Educación Básica mediante un Currículo Básico Nacional (CBN) en el que se establecen cuatro ejes transversales, siendo uno de ellos el Desarrollo del Pensamiento ya que se consideraba importante tener estudiantes creativos, atentos, capaces de reconocer las discrepancias y las causas de los fenómenos, erradicando las actitudes pasivas de aceptación sin crítica, donde el docente plantea problemas con soluciones inmediatas.
Estas características personales del estudiante de Educación Básica son reforzadas en 1998, en la Propuesta Curricular que se presenta como documento base para la consulta nacional a los docentes y en 1999, cuando se plantea en el Proyecto Educativo Nacional.
En estos documentos se especifica que se deben desarrollar verdaderas habilidades y aptitudes para lograr que el alumno adopte una postura crítica ante situaciones relacionadas con la realidad social. Se pretende con ese Proyecto profundizar las prácticas investigativas y autoreflexivas del propio aprendizaje.
Este desarrollo del pensamiento del alumno es recogido además en los aspectos Propositivos del Proyecto Educativo Nacional (2001) y en el Proyecto de Ley Orgánica de Educación (2001), al establecer en este último, en su Artículo 5, como finalidad de la educación, que ésta deberá contribuir al desarrollo de las capacidades de análisis y reflexiones críticas.
Ahora bien, tanto el pensamiento como el aprender a pensar, se dan de acuerdo al contexto de formas de conocimiento particulares a una ciencia y de sus disciplinas. Los estudiantes aprenden a pensar en la medida en que se les proporcionan oportunidades adecuadas a su nivel de desarrollo evolutivo y a su edad, como partes de problemas específicos de una disciplina y de las estructuras y patrones de razonamiento en los que se envuelven esos problemas.
Es por esto que se requieren docentes que conozcan su disciplina a profundidad, que entiendan la estructura de la misma y cómo ella se diferencia de las otras, pero sobre todo que sean capaces de comunicarla a sus alumnos, para que ellos puedan entender las diferencias y semejanzas entre las diversas disciplinas y determinar cuándo hacer un razonamiento adecuado, y cuándo establecer puentes entre los contextos.
Sin embargo, cabe hacerse las preguntas ¿Es esto lo que ocurre en la aulas venezolanas? ¿Está el docente enseñando a sus estudiantes a pensar de manera crítica y, por ende, contribuyendo a formar los recursos humanos que el país necesita para alcanzar un desarrollo autónomo e independiente?
La Planificación Educativa del siglo XIX
La ideología pedagógica venezolana durante este siglo estaba fundamentada sobre cuatro vertientes: el Cristianismo, La Ilustración y el Romanticismo, el Positivismo y la Escuela Nueva. Sin embargo, la Ilustración fue la ideología que más imperó en este período.
Giordanni, citado por Gambino (2001), explica que en “esta etapa se cree que la educación se debía utilizar para alcanzar el progreso del individuo y de la sociedad” (p.18). El idealismo pedagógico de la Ilustración, adquiere cuerpo mediante el empleo de las enciclopedias. El plan pedagógico de los enciclopedistas se basaba en los siguientes principios:
a) Eliminación en el campo educativo de todo lo sobrenatural y reducción de la religión al campo meramente racional.
b) Aceptación del realismo pedagógico, lenguas modernas y disciplinas tecno- científicas
c) Creación de una escuela de Estado basada en tres ideales: libertad, igualdad y fraternidad. La escuela estatal, además, estaba fundamentada en los siguientes lineamientos:
- es obligación del Estado abrir las escuelas para el pueblo
- la educación es un derecho de todo ciudadano
- moral autónoma frente a la religión
- educación elemental, laica y gratuita.
Sin embargo, la rigidez de las estructuras sociales impidió el buen desenvolvimiento del nuevo sistema. Por lo tanto, la Ilustración se fundamentaba en la libertad religiosa, la justicia, la igualdad y la fraternidad. De allí que se presentaban tres derechos inviolables: a la vida, a la propiedad privada y a la libertad, los cuales son subrayados con mayor importancia en el Positivismo, donde se le da mayor importancia a la ciencia y al materialismo (surge el deseo por las diversas ciencias y disciplinas), al desarrollo de la cultura y de la sociedad a través de la educación.
A su vez, se defiende la igualdad en la educación, el derecho a la cultura y la tolerancia de pensamientos divergentes. Durante la escuela nueva se busca la calidad de vida y el bienestar humano (Humanismo).
El período de independencia, marcó profundamente el área educativa y fue de transición, afectado por las guerras en donde se cuestionaba la instrumentación de la educación al servicio del poderío español y el monopolio educativo de la iglesia, por lo cual se propone como ideal el derecho de todos los ciudadanos a la educación y la necesidad de la misma para el progreso social y cultural. Se infiere de estos señalamientos, que este ideal se contradice, al dejar la educación en manos de entes no capacitados para controlar esta labor.
En 1.827 se crea la primera Dirección de Instrucción Pública (actual M.E.) y se hace el Código de Instrucción Pública Venezolano (1843), es decir, por primera vez se legaliza la educación. Además, se elabora el basamento legal de la Universidad Central de Venezuela y tras de sí, el del resto de las universidades nacionales.
Finalmente, en 1870, se declara la educación como gratuita y obligatoria, se crea el Ministerio de Educación Publica y se dividieron los colegios en primera y segunda categoría, todo esto son los primeros indicios de un sistema educativo organizado y planificado.
La Planificación Educativa del siglo XX
De acuerdo con Cabrera (2001), a comienzos del siglo XX el presidente de Venezuela era Don Cipriano Castro. Al éste enfermar se ausenta del país, asumiendo el poder el General Juan Vicente Gómez, quien gobierna durante 27 años consecutivos. En este período de la educación, Gómez busca la uniformidad del régimen y dirige esfuerzos apara la organización del sistema.
Tras su muerte, en 1936, asume la presidencia el General Eleazar López Contreras. En su período gubernamental se proyecta la organización de la educación nacional, por lo que señala “la escuela debe ser activa para formar al educando en libertad y en forma participativa, fomentando el amor al trabajo como base para vivir en democracia” (p.32).
Para ello, el plan de gobierno comprendió una organización completa del sistema, así como el otorgamiento de herramientas y estructuras físicas adecuadas para llevar a cabo un acto educativo de calidad, por lo cual en 1.940 se promulga la Ley de Educación.
Durante el período gubernamental de Medina Angarita (1941-1946) se rompen los vestigios del gomecismo y se organiza el sistema educativo en: educación preescolar, primaria, secundaria y superior. El proyecto de modernización de la educación se torna elitesco, beneficiando a las clases pudientes. El reto del momento era la selección y preparación de los docentes, quienes no podían participar en la política.
Durante el período comprendido entre 1945 y 1948 se organiza la educación en preescolar, del primer ciclo, segundo ciclo (Media), tercer ciclo o superior (politécnicos y universidades). Además, se promulga la Ley de Educación de 1945 suplantada luego por la Ley Orgánica de Educación de 1948. En ellas se distinguen la educación de masa y para las élites.
En la Constitución de 1947 se propugna el humanismo democrático, la gratuidad de la enseñanza, la educación de masas planificada, regionalizada y la capacitación para el trabajo. En 1958 asume el poder el General Marcos Pérez Jiménez donde se observan los siguientes aspectos en el ámbito educativo:
MARCOS P JIMENEZ (1952-1958)
Este período se inicia con una nueva dictadura que finaliza en 1958. Durante esos diez años, el sistema educativo sufre un nuevo estancamiento, había más de dos millones de adultos analfabetas, más de medio millón de niños en edad escolar fuera del sistema, pocas construcciones escolares, apenas seis mil estudiantes en escuelas técnicas y artesanales y un alto déficit de maestros y profesores.
Al caer la dictadura, se comienzan a producir profundos cambios educativos y se inicia la democratización de la enseñanza, con énfasis en la ampliación de la cobertura en la educación primaria y secundaria; se crean nuevos establecimientos escolares, se aumenta el número de maestros y profesores, se da impulso a la educación media y técnica, así como a la creación de nuevas carreras universitarias.
R. BETANCOURT (1959-1964)
El 22 de agosto de 1959 se crea el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE) con el fin de formar cuadros de obreros calificados que dieran respuesta a las exigencias de los centros de producción del país.

Para el inicio de la década del 60, se crean los Núcleos Rurales, cuya finalidad era que el sector educativo contribuyera a la consolidación de la Reforma Agraria y, comienzan a funcionar 38 núcleos en las diferentes Entidades Federales del país. Los maestros que prestaban sus servicios en las escuelas unitarias fueron objeto de adiestramiento en planes, programas y métodos de enseñanzas aplicables al ambiente rural.
En enero de 1961, es promulgada la nueva Constitución de la República de Venezuela, que contempla en los artículos 78 al 83 lo referente a la política educativa, establece el derecho de todos los venezolanos de recibir educación y afianza la gratuidad de la enseñanza oficial; se asegura el deber del Estado de construir los planteles necesarios para garantizar el acceso al sistema a todo ciudadano venezolano, así como la formación y preparación del personal docente necesario.
En relación a la educación primaria, ya para el año 1960, según informe de la UNESCO, Venezuela revela un aumento del 42% en la matrícula de este nivel educativo.Motivado a lo anterior, se hizo necesario asegurar su prosecución en el nivel medio, por lo que se da mucho énfasis a la construcción de los locales escolares adecuados para ese nivel, así como la formación y preparación de los docentes requeridos. Para el año escolar 1961-62, la Educación Media alcanza un aumento matricular del 249%, respecto a los años 1957-1958.
Mientras que la Educación Normal, es decir, la formación de maestros para los niveles de Preescolar y Primaria, aumenta su matrícula en 31.641 alumnos y la Educación Técnica a nivel medio, aumenta en 9.949 alumnos, gracias a la creación de 17 planteles, llegando a un total de 152 centros en esa rama educativa, incluyendo las especialidades de artesanal, comercial, industrial, asistencial y artística.
Por otra parte, para 1961 se le dio gran impulso a los programas destinados a la erradicación del analfabetismo, alcanzándose una cifra de 197.959 personas alfabetizadas.
En cuanto a la formación de cuadros superiores y creación de instituciones de este nivel se le da especial énfasis al rol de los institutos de Educación Superior que respondan a las necesidades regionales y nacionales. Es así como, en 1962, se crea el Centro Experimental de Estudios Superiores de Barquisimeto, que hoy en día se conoce como Universidad Centro-Occidental «Lisandro Alvarado» y el Instituto Politécnico Superior.
(1964-1969)
Para el quinquenio 1964-1969, se da mayor atención a la educación rural y a una mejor calidad en la educación nacional, razón por la cual el Ministerio de Educación, a través de la Oficina de Planeamiento Integral de la Educación (EDUPLAN), se propuso a desarrollar acciones orientadas a tal fin.
Así mismo en este quinquenio se creó el Instituto Experimental de Formación Docente, cuyo objetivo principal fue la formación de dirigentes de la educación, maestros de preescolar y primaria, además incrementó la investigación experimental y pedagógica y desarrolló programas de mejoramiento del personal en servicio.
Otro hecho de gran significación en esta década, fue el Decreto N° 567 del 17 de junio de 1966, como medida complementaria de la reforma de planes y programas de estudio y el cual contiene directrices básicas en torno a los siguientes aspectos: material de enseñanza, distribución gratuita de los mismos, biblioteca escolar y relación de ésta con la comunidad. Este último aspecto se complementó con el Decreto N° 188 del 27 de junio de 1979, mediante el cual se crea el sistema de servicios bibliotecarios escolares.
RAFAEL CALDERA (1969-1974)
El primer quinquenio de la década del setenta se presenta con una serie de proposiciones para modernizar al sistema educativo venezolano, desde la Educación Preescolar hasta Educación Superior; incluyendo la Educación Especial; reformas administrativas del Ministerio y del régimen de supervisión; la regionalización de la educación, la reforma de la estructura del sistema educativo y del régimen de evaluación del rendimiento estudiantil, organización del servicio de orientación escolar y profesional, formación docente y perfeccionamiento profesional, estatuto del personal docente, televisión y radio
aplicadas a la educación, Programa Nacional de Técnicos en el Extranjero y Concesión de Créditos.
En este orden de ideas, se da especial tratamiento a la Educación Preescolar, ya que hasta el momento había insuficiencia de institutos dedicados para tal fin, así como la falta de personal docente formado para este nivel educativo,y de programas especializados en este tipo de enseñanza. Por estas razones se inician las primeras acciones para que el proceso de enseñanza-aprendizaje de los niños en edad preescolar adquiera la importancia requerida.
Se actualizan los programas de Educación Primaria donde participan docentes de todas las zonas educativas del país. Estos nuevos programas se implantan en todas las escuelas primarias del territorio venezolano; en el año de 1970 se inicia el proceso de Reforma de Educación Media, donde los estudios de Educación Secundaria, Educación Normal y Educación Técnica se reordenan en un nuevo esquema estructural y se distribuyen en dos ciclos. El primero llamado Ciclo Básico Común y el segundo Ciclo Diversificado. En este último se da oportunidad para realizar estudios profesionales, científicos y humanísticos.
Como consecuencia de esta nueva estructura se diseñan nuevos planes de estudio y es en el año de 1971, cuando se inicia el proceso de la reforma educativa. Igualmente, se inicia la reforma para la Educación Normal, con el fin de formar profesionales que se dedicaran a la docencia en Educación Preescolar y en Educación Primaria.
Se establece un nuevo régimen de evaluación del rendimiento estudiantil para los cursantes de Educación Preescolar, Primaria, Secundaria, Normal y Técnica, a través de tres Reglamentos Sectoriales:
- Reglamento sobre el Régimen Especial de Evaluación Escolar para las ramas de Educación Preescolar y Primaria.
- Reglamento sobre el Régimen Especial de Evaluación Escolar para el Primer ciclo de las Ramas de Educación Secundaria, Técnica y Normal.
- Reglamento sobre el Régimen Especial de Evaluación Escolar para el Segundo Ciclo de las Ramas de Educación Secundaria, Técnica y Normal.
En relación a la Educación de Adultos, se inicia un nuevo régimen flexible, para los mayores de 16 años que quisieran proseguir sus estudios en el nivel de media. A este nuevo régimen se le denominó Parasistema, el cual incluiría la incorporación de los nuevos programas de estudio, del régimen semestre y establecía un nuevo sistema de evaluación.
En este quinquenio, se profundiza en la regionalización de las políticas educativas, creándose, en cada una de las regiones político-administrativas en que había sido dividido el país, las Oficinas Regionales de Educación (ORE), cuyas atribuciones eran de acción supervisora y evaluadora de los programas de desarrollo educacional que se proyectaban para cada región, en coordinación con el Ministerio de Educación, los Ejecutivos Regionales, organismos de Desarrollo y demás instituciones oficiales y privadas.

En cuanto a la Educación Superior, para el año de 1970 se promulga la Ley de Universidades, se crea la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) y se establecen normas sobre la materia de administración presupuestaria.
En cumplimiento del artículo 10 de la Ley de Universidades, referido al principio de la experimentación, se le da gran importancia a la diversificación de los estudios de este nivel, por lo que se crean Universidades Nacionales Experimentales, en diferentes entidades federales del país, con el fin de ensayar nuevas orientaciones y estructuras en Educación Superior.
En septiembre de 1971, se redacta el Anteproyecto de Ley de Educación Superior, donde se institucionaliza la carrera de investigador científico y se autoriza el cuarto nivel de educación, correspondiente a postgrado. Se crean varios centros con rango de Educación Superior, como lo son los Colegios Universitarios y los Politécnicos.
Otro hecho de gran relevancia fue la promulgación del Decreto N° 355 de 1970, donde se reglamenta el ingreso al ejercicio de la Docencia en la Educación Primaria y establece el Régimen de concurso.
Se crea el Centro Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de las Matemáticas y las Ciencias (CENAMEC), como respuesta a la política del mejoramiento del proceso enseñanza-aprendizaje de los niños y jóvenes que cursan la educación media.

Se le da gran apoyo a la modalidad de Educación Especial, que hasta los momentos prácticamente era atendida por el sector privado. Se crea la Escuela Oral para Niños Sordos y con el auspicio del Instituto Venezolano de Audición y Lenguaje (IVAL) y la Asociación Venezolana de Padres y Amigos de Niños Excepcionales (AVEPANE) se realizan cursos de especialización para la atención de niños con necesidades especiales.
CARLOS A. PEREZ (1974-1979)
El segundo quinquenio de la década de los setenta se inicia con el proceso llamado «Revolución Educativa», que implicaba modificaciones estructurales del sistema educativo, con medidas administrativas, académicas y sociales.
Para 1975 se dicta el Reglamento Orgánico del Ministerio de Educación, que genera un proceso de reestructuración administrativa y cuyo aspecto más importante es el de la descentralización de las decisiones y de la operación educativa que adquiere un mayor valor dentro de la política expresada ya en el Presupuesto Coordinado, de ir dando cada vez mayor participación a los Estados y Municipios en la acción educacional.
Se reabren las Escuelas Técnicas, implantándose la «Nueva Escuela Técnica de Nivel Medio», en las ramas de Agropecuaria, Comercial, Industrial, Asistencial y Servicios administrativos. Sus estudios tienen una duración de 5 años, los tres primeros de formación básica y el segundo ciclo de 4 semestres de especialización. Los alumnos recibían el título de Técnico Medio, el cual era equivalente al de Bachiller y podían continuar estudios de nivel superior en las ramas afines a su especialidad. Con esto se pensaba llenar el déficit nacional de técnicos a nivel medio.
Otra iniciativa de gran importancia fue el Programa de Becas «Gran Mariscal de Ayacucho», para la capacitación, tanto en centros nacionales, como extranjeros, de jóvenes provenientes de la clase media y trabajadora, en ramas técnicas y científicas. Posteriormente, este Programa se convierte en Fundación «Gran Mariscal de Ayacucho».
En materia de Educación Superior y cumpliendo con la política de la «Educación para la Renovación» surge el Proyecto para la creación de la Universidad Nacional Abierta (UNA), destinada a la formación de profesionales en áreas prioritarias del desarrollo nacional, utilizando sistemas no tradicionales para ser aplicados a la Educación a Distancia y empleando estrategias de instrucción como:
Televisión instruccional, enseñanza programada y otros métodos modernos. Se continúa con la expansión de este nivel educativo, creando tres nuevas universidades experimentales y nueve Institutos Universitarios, todos de carácter oficial, y se autoriza el funcionamiento de varios institutos y colegios
universitarios de carácter privado.


LUIS H. CAMPINS (1979-1984)
De acuerdo con la política de protección integral de las comunidades indígenas se dictó el Decreto N°283 del 20 de septiembre de 1979, por el cual se ordena la gradual implantación del régimen intercultural bilingüe y se comenzó la edición de textos en lengua Warao.
Por Decreto N°188 del 27 de Junio de 1979 se creó el Sistema de Servicios Bibliotecarios Escolares para las escuelas primarias oficiales.
Otro Decreto de gran trascendencia fue el N°357 del 15 de noviembre de 1979, sobre el establecimiento del Seguro Escolar consistente en una póliza que protege a los estudiantes de los niveles: preescolar y primario de las escuelas oficiales y de los institutos privados de las áreas marginales, el cual cubre los riesgos de gastos médicos, hospitalización, cirugía, exámenes de laboratorio, poliomielitis, muerte natural, muerte accidental y accidentes corporales.
La década del 80 se inicia con la aprobación de la nueva Ley de Educación y el 13 de junio de 1980 se decreta la creación del subsistema de Educación Básica, con duración de nueve años y la obligatoriedad del Preescolar. También se inició la experiencia de los Núcleos Escolares Rurales de Desarrollo Integral (NERDI), que agrupan escuelas rurales, escuelas granjas, escuelas básicas, escuelas graduadas y escuelas pre-vocacionales. Se organizaron 29 bibliotecas rurales comunitarias y cada Núcleo cuenta con una coral con énfasis en el folklore regional.
Otra modalidad educativa que logró un gran impulso fue la Educación de Adultos, mediante programas y planes de alfabetización en coordinación con la Asociación Cultural para el Desarrollo(ACUDE).
En un Plan conjunto, los Ministerios de Educación y Defensa, iniciaron la Educación Premilitar, con fines de despertar en el joven venezolano, conciencia sobre problemas de seguridad y defensa.
Se estableció, a través de un decreto, el uniforme escolar para los alumnos de Preescolar, Básica y Media Diversificada. Igualmente se promulgó el Reglamento sobre el Procedimiento para otorgar los Certificados de Educación Básica y los Títulos de Bachiller y Técnico Medio, lo cual representa, hasta hoy, una verdadera descentralización del control de estudios y responde a la política de regionalización de la administración
educativa y su modernización gerencial.
Se continúa con la política de creación de centros de Educación Superior, con la finalidad de dar mayor oportunidad a los jóvenes venezolanos de adquirir conocimientos a este nivel. Para 1981 se perfecciona el Sistema Nacional de Preinscripción, a través de la Prueba de Aptitud Académica, con creciente aceptación por parte del estudiantado. Asimismo, ya se venía trabajando en
un Proyecto de Ley de Educación Superior.
Durante este quinquenio se hicieron profundas renovaciones, tales como: la implantación de programas que estimulan la valorización del trabajo. A tal efecto se incluye el área de «Formación para el Trabajo» en todos los años del nivel de la Educación Básica; se establecen los Convenios Ministeriales de Educación-INCE y Ministerio de Educación-Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV).
JAIME LUSICHI (1984-1989)
En 1986 se aprueba el Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación, donde se establecen las normas y directrices complementarias sobre el sistema, el proceso y los regímenes educativos.
Las instalaciones escolares fueron también preocupación en aquellos años en que se constituyó el Programa Nacional de Conservación y Mantenimiento de Locales Escolares, por medio de la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE),institución mancomunada entre el Ministerio de Educación, el Ministerio de Desarrollo Urbano y las comunidades educativas.
En la Planificación Curricular de Educación Básica se incorporan: la Educación Ambiental, la Educación Sexual y la Educación Estética. Asimismo el Ministerio de Educación introduce la Formación para las Artes y la Formación de Ministros del Culto como modalidades del Sistema Educativo.
En 1988 se consolida el nivel educativo de educación básica en todo el país, mediante la elaboración y divulgación de los instrumentos pertinentes, como los programas de estudio y manuales del docente para el sector urbano, rural, indígena y de fronteras; programas de educación para el trabajo; regionalización curricular y microplanificación educativa. Se incorpora, conjuntamente con el Ministerio del Ambiente, la educación ambiental en el diseño curricular de básica.
CARLOS A. PEREZ (1989-1993)
En cuanto a la educación rural, en un esfuerzo coordinado con Maraven, FEDE, Gobernación del estado Anzoátegui y los Concejos Municipales de los Distritos Monagas y Miranda, se dio inicio al proyecto Zuata-Mapire, con acciones educativas experimentales para el desarrollo rural integrado.
Durante el año 1989 se aprobaron los proyectos académicos siguientes: Creación de la Carrera de Técnico Superior de Enfermería del Instituto Universitario Politécnico de las Fuerzas Armadas Nacionales, Colegio Universitario Politécnico de las Fuerzas Armadas Nacionales, Colegio Universitario de Administración de Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela; creación de la Universidad Privada «Rafael Belloso Chacín» con sede en Maracaibo; creación de la Universidad «Nueva Esparta», con sede en la Urbanización Los Naranjos, Edo Miranda; creación del Instituto Universitario de Tecnología Bomberil, con sede en Caracas, Distrito Federal; creación de la Universidad Fermín Toro, con sede en Barquisimeto, Edo. Lara; creación del Instituto Universitario de Tecnología «Juan Pablo Pérez Alfonzo», con sede en Valencia, Edo. Carabobo; creación del Instituto Universitario de Tecnología del Oeste, con sede en Caracas, Distrito Federal; creación del Instituto Universitario de Tecnología del Estado Delta Amacuro, con sede en Tucupita. Para el período 1990-94 la gestión del Despacho se orientó a:
1. Adaptar el Sistema Escolar a la multiplicidad de situaciones del venezolano, es decir, a las necesidades y requerimientos del desarrollo económico y social del país.
2. Ofertar carreras técnicas para satisfacer la demanda de recursos humanos de las empresas para elevar la capacidad del país para asimilar y desarrollar tecnología.
3. Mejorar los cuadros gerenciales a fin de adecuarlos a las exigencias de control, seguimiento y evaluación del sistema educativo.
4. Proteger a los trabajadores de la educación a través de:
a) firma del Contrato Colectivo con los docentes;
b) firma de Actas Convenio entre el Ministerio y su Personal Administrativo y Obrero;
c) Establecimiento de un Régimen de Ingreso de Docentes, integrado al Estatuto del Docente;
d) Elaboración de un Proyecto de Ley de Fondo de Jubilaciones, cuya aprobación correspondió al Congreso de la República.
5. Desconcentrar el Ministerio de Educación a través de un trabajo profundo sobre la modernización, desconcentración y eventual descentralización de las zonas educativas.
RAFAEL CALDERA (1994-1999)
Dentro de este marco, Caldera asigna a la educación primera prioridad. Lo que se traduce por dar a este sector el doble de los recursos hasta entonces asignados y colocarlos como el mayor presupuesto parcial dentro del Presupuesto General de la Nación. Pero no sólo se trató de invertir más dinero sino que se logró una nueva concepción de la educación: Reforma de todos los programas educativos, desde el preescolar hasta la educación superior, con una orientación destinada al desarrollo integral del hombre. Con esta finalidad fueron implementados nuevos sistemas de evaluación para el preescolar y la primaria; el ciclo básico y el diversificado en la media; regionalización de la política educativa; institucionalización de las comunidades educativas; nuevos sistemas de educación de adultos, atención especial para niños excepcionales; creación de nuevos centros de postgrado y creación de nuevas universidades, de Colegios Universitarios, de Institutos Tecnológicos y de Pedagógicos. ¡En los cinco años de gobierno de Rafael Caldera se crearon más centros de estudio a nivel superior que en toda la historia anterior de Venezuela!.
Se construyeron 2910 nuevas escuelas, 647 canchas deportivas, el número de universidades se triplicó; la matricula escolar primaria se aumentó en un 21%, la educación diversificada en un 57%. De 3 especialidades en el bachillerato se pasó a 35. Se triplicó el presupuesto de las universidades (CARTAY RAMÍREZ, G.; 1978; 342).
En relación a la educación el historiador Diego Bautista Urbaneja señala: “Durante el período del presidente Caldera fueron fundadas 28 instituciones públicas y privadas de nivel universitario que se agregaron a las 9 hasta entonces existentes, dándole una considerable expansión al sistema educativo superior mientras que dejaban de funcionar las escuelas técnicas, en virtud de la creación de un Ciclo Diversificado en diferentes especialidades técnicas en el bachillerato” (2000);
A partir de febrero de 1994, enmarcado dentro una situación de crisis económica y social, el sistema educativo venezolano comienza a construir una línea de acción fundamentada en la reconstrucción de una nueva sociedad. En este sentido, la educación se concibe como una tarea a lo largo de la vida de todo individuo, convirtiéndose en el eje central para el desarrollo de la conciencia autónoma en torno a los valores de la libertad, justicia y solidaridad.
En orden a estas ideas, el Ministerio de Educación de Venezuela se propone alcanzar, tres grandes objetivos que direccionan la política educativa:
1. Elevar la calidad de la acción educativa
2. Mejorar la eficiencia de la gestión educativa
3. Salvaguardar la equidad en relación con los sectores mayoritarios que acceden a la educación.
A su vez, estos objetivos definen las tres grandes políticas que se desarrollarán en este quinquenio, así como las líneas estratégicas de acción a través de las cuales se ha comenzado a dar cumplimiento a cada objetivo y política educativa, a saber:
1. Transformación de la práctica pedagógica, para mejorar la calidad de la formación ética e intelectual.
1.1. Dignificar y dinamizar a la función docente.
1.2. Promover los proyectos pedagógicos de plantel.
1.3. Rehabilitar la infraestructura de los planteles y dotarlos con los recursos educacionales adecuados.
2. Generación del cambio institucional necesario para la modernización y fortalecimiento del sector educativo.
2.1. Delegar y transferir competencias a los estados, los municipios y los planteles.
2.2. Reestructurar el nivel central para fortalecerlo en sus funciones esenciales.
3. Corrección de los desequilibrios sociales que se manifiesten en el sistema escolar, por efecto de factores exógenos y endógenos.
3.1. Apoyar socioeconómicamente a los estudiantes de menores recursos.
3.2. Promover ritmos de crecimiento de los niveles y modalidades del sistema, en función de la justicia social y del modelo de crecimiento económico.
El Plan Decenal (1993-2003)
Según Ander-Egg (2001) un plan hace referencia a las decisiones de carácter general que expresan los lineamientos políticos fundamentales, las prioridades que se derivan de esas formulaciones, la asignación de recursos acordes a esas prioridades, las estrategias de acción y “el conjunto de medios e instrumentos que se van a utilizar para alcanzar las metas y objetivos propuestos” (p.78).
Desde el punto de vista de la administración central, el plan tiene por finalidad trazar el curso deseable y probable del desarrollo nacional o del desarrollo de un sector (económico, social o cultural).
Cabe destacar, que la COPRE presentó en 1986 al país su propuesta para el cambio en el sector de educación bajo el supuesto de que “la Reforma del Estado constituye un cambio cultural en sí misma”. Su carácter integral postuló una nueva interpretación del problema educativo y cultural, porque asoció explícita y estrechamente las transformaciones de la economía, los sistemas de representación política y los modelos de gestión administrativa del Estado, con el ámbito de los valores, las actitudes y los comportamientos.
Según Torres (2002), los lineamientos más generales del Proyecto se refieren a la necesidad de un mensaje educativo coherente que se canalice a través de los diferentes agentes con influencia transformadora en la población, hacer efectiva la igualdad de oportunidades de acceso y permanencia en el sistema educativo y lograr una real adecuación entre la formación de la fuerza de trabajo y el producto educativo, privilegiando la generación de una capacidad científica y tecnológica y el mejoramiento de la calidad de la educación.
Se visualiza por tanto, que el Proyecto presentó para cada una de las áreas identificadas un conjunto de estrategias orientadas a lograr los cambios considerados como fundamentales, estableciendo como condición central la creación de una voluntad política consensual que haga posible la transformación del sistema educativo.
Este Plan trató de impulsar las acciones que pudiesen facilitar el logro de acuerdos nacionales en torno a la transformación planteada en el marco de la descentralización. El Plan Decenal producido por el Consejo Nacional de Educación, organismo asesor del Ministerio de Educación, con apoyo de la UNESCO, donde se señalaron las orientaciones y metas fundamentales que debería presentar el sistema educativo entre los años 1993-2003, haciendo énfasis en la necesidad de una planificación de largo plazo.
A partir de la construcción de diversos escenarios, estableció metas hasta el año 2003, en los ámbitos de la expansión progresiva de la matrícula, la formación y capacitación de los recursos humanos requeridos, la concertación e integración de la escuela a la comunidad y viceversa, la eficiencia de la gestión administrativa, el uso de estrategias novedosas y multiplicadoras en la educación formal, no formal e informal.
Asimismo, ofreció grandes líneas orientadoras para la elaboración de planes quinquenales y las programaciones anuales que se sucederían en los diez años de vigencia del Plan y hacia el futuro.
En 1993, se elabora el Plan Decenal de la educación venezolana, para desarrollarla a mediano y largo plazo, con base en el análisis de la marcha y de las tendencias de los últimos 40 años, para asegurar el mejoramiento continuo de la educación, la ciencia y la cultura.
En 1995, el Ministerio de Educación presenta un Plan de Acción, en concordancia con los objetivos educativos del IX Plan de la Nación (1994), donde se afirmaba que el sistema escolar no estaba logrando las finalidades establecidas en la derogada Constitución Nacional de 1961 y en la Ley Orgánica de Educación (1980), porque, entre otros aspectos, no estimulaba ni reforzaba el espíritu crítico ni la creatividad de los estudiantes, ya que estos "solían ser considerados en la práctica como meros receptores de una enseñanza y no como agentes de su propia formación" (p. 7)
Al respecto, Maingon (2003) señala que también los docentes estaban exclusivamente condicionados por unos marcos organizacionales rígidos, con escasos recursos de apoyo y obligados a cumplir “con unos programas que no dejaban espacio para la creatividad y la adecuación ante los problemas específicos de los grupos con los que trabajaban” (p.22).
Se deduce de lo expuesto, que por tales razones no podían estimular la creatividad, el sentido crítico y la autonomía intelectual en el alumnado, por lo que se trazó como política la transformación de las prácticas pedagógicas para mejorar la calidad de la formación ética e intelectual.
Situación actual de la Planificación Educativa
Para Rosales (2001), la educación como elemento fundamental para el desarrollo social, económico, político y cultural del país, “forma los recursos humanos necesarios que participarán, responsable y activamente, en los cambios y transformaciones que demanda la sociedad” (p.26).
Para el logro de tal cometido, se hace necesario disponer de instrumentos idóneos que orienten y contribuyan a alcanzar los objetivos de progreso del sistema educativo. A tal efecto, el proceso de planificación en Venezuela se desarrolla con los planes quinquenales, en los cuales se establecen las políticas definidas para los diferentes sectores económicos y sociales del país, entre ellos el sector educación.
Desde 1.958 hasta los momentos, se han elaborado nueve Planes Nacionales, a través de los cuales se han promovido innovaciones en el orden educativo, científico y cultural que conllevan a la preparación adecuada de un venezolano creador, crítico y racional.
En este orden de ideas, los propósitos y finalidades principales que orientan las políticas enmarcadas en los planes quinquenales, están dirigidas a la democratización, a la atención cuantitativa y cualitativa de la educación, la diversificación de la enseñanza, la vinculación educación-trabajo y la descentralización del sistema educativo.
Por consiguiente se deduce, que los planes nacionales han sido el instrumento orientador para el desarrollo de las políticas educativas, las cuales se han venido perfeccionando progresivamente, con el fin de establecer los mecanismos indispensables para llevar adelante las acciones emprendidas por el Despacho.
Actualmente, la planificación educativa en Venezuela no sólo atiende las situaciones específicas y endógenas al sistema educativo, sino que obedece también, a los objetivos de la política de desarrollo del país. Su propósito fundamental es satisfacer las necesidades educativas en el futuro, por medio de un conjunto de previsiones establecidas en los planes quinquenales del sector.
Al respecto, Casanova (2006) señala que la educación es utilizada como un instrumento para modificar la estructura y funcionamiento del sistema en un intento de integrar el planeamiento económico y social, ya que “cambiar el proceso educativo supone también cambiar el entorno social y esto es responsabilidad de múltiples sectores, tanto económicos como sociales” (p.20).
Ahora bien, la instrumentación de la planificación educativa ha presentado un conjunto de limitaciones que dificultan la puesta en práctica de forma integral y concertada de los objetivos y propósitos de los planes nacionales. Cabe destacar, que la planificación normativa se ha pasado a la planificación estratégica sin que se le hayan dado solución a los problemas esenciales que afectan la educación.
El Estado venezolano consciente de esta problemática, ha emprendido un proceso de reforma en la que se inserta la concepción de una nueva política educativa. Además, se harán evaluaciones institucionales, de planes, programas y proyectos, así como la evaluación de los Planes Operativos Anuales del Despacho y de las zonas Educativas.
El Proyecto Educativo Nacional: Características y Fundamentos
Según Odreman (2003), la formulación de un Proyecto Educativo Nacional (PEN) que garantice la viabilidad y continuidad de las políticas en el campo educativo, es una necesidad declarada, tanto en la Cuarta como en la Quinta República, en todos los sectores de la vida nacional.
Lo que no ha quedado suficientemente claro es qué se entiende por Proyecto Educativo Nacional (PEN). Algunos grupos lo definen como una publicación en la cual el Estado declara algunas prioridades y líneas maestras que los demás deben cumplir y hacer cumplir; otros creen que se trata de un Plan al estilo quinquenal, donde se determina en qué se invertirá en los siguientes cuatro o cinco años y otros más arriesgados, escriben una declaración de principios ideológicos, estableciendo el qué es y para qué es la educación, fundamentada desde la perspectiva de un marco teórico determinado.
Afortunadamente, ninguna de las situaciones señaladas corresponde al deber ser de un Proyecto Educativo Nacional, ya que este es una construcción de carácter social, una descripción de acuerdos, un compendio de compromisos y responsabilidades, un conjunto de resoluciones inviolables que van desde lo más simple y obvio como el diseño curricular, horarios de clases, calendarios escolares, el compromiso de los medios de comunicación con la formación ciudadana, hasta complejos consensos sociales o morales.
Se deduce de lo expuesto, que nunca llegará a ser un documento totalmente acabado, ya que siempre estará abierto para incorporar las iniciativas de entes públicos y privados interesados en promover la democratización del saber. Se puede considerar por lo tanto, un espacio donde convergen todos los ciudadanos para garantizar el desarrollo personal y social de la población.
Señala la mencionada autora, que se debe tomar en cuenta los esfuerzos de algunos sectores interesados en apoyar el crecimiento pleno de los niños, niñas y jóvenes, ofertando materiales para el fomento del ser, el saber, el hacer y el convivir en una sociedad con amplia vocación democrática.
CHAVEZ (1999-2013)
En 1996 la realidad política trajo consigo algunos aportes que abrieron un debate sobre el diseño de estrategias educativas como base para el desarrollo integral del país y como vía para corregir las desigualdades sociales. En ese sentido, mencionamos la propuesta Una Revolución Democrática para Transformar a Venezuela del autor Hugo Chávez Frías, de igual carácter; el Proyecto Educativo Nacional de la Constituyente Educativa (1999). Ambos centran la discusión en el impulso del desarrollo humano y con ello el progreso social.
Sobre esta perspectiva, el gobierno de Hugo Chávez Frías erige una nueva concepción de educación, llamada Bolivariana marcada en un Socialismo del siglo XXI, que rompe con la normativa legal vigente(Ley Orgánica de Educación.1980) y diseña nuevo fundamento y base curricular; que en si misma trae consigo conceptos y principios filosóficos que contradicen la práctica pedagógica y su objetivo central que es el de construir una educación integral sin desigualdad.
Nos alistamos entonces, a ubicar el estudio en esas contradicciones filosóficas e ideológicas que obstruyen desarrollar la educación científica y democrática.
La Educación Bolivariana está sustentada en la construcción de un ciudadano republicano bajo una sociedad republicana que está fundamentada en el Ideario Bolivariano y el Ideario Robinsoniano; y que las demás corrientes del pensamiento están como secundarias al proceso de formación de este nuevo ciudadano.
Reducir los hechos históricos y la construcción de un nuevo ciudadano a la acción de una personalidad por más relevante que éste sea; es edificar una nueva sociedad sobre un camino desacertado.
Sobre las contradicciones estudiadas, Orlando Albornoz declaraba en 1999 algo que lamentablemente pudiera hoy ser cierto “la educación en Venezuela, del fraude a la estafa”.
El investigador Luis Bravo Jáuregui publicó La Educación en tiempos de Chávez en la editorial Los libros de El Nacional. Allí analiza "la distancia entre los anuncios e intenciones del Gobierno y los hechos contrastables de la realidad". Asegura que la inversión en educación fue de 4,2% del PIB en 2005 y no 10% como ha dicho el Presidente

Si algo ha estado en el debate público durante el mandato del presidente Hugo Chávez Frías ha sido el tema educativo. Eso, para el investigador Luis Bravo Jáuregui, ha sido un logro. Este profesor de la Universidad Central de Venezuela, con doctorado en Educación, se ha dedicado a seguir, a través de la Memoria y Cuenta del Ministerio de Educación, de los discursos del presidente Hugo Chávez y de las reseñas de prensa, lo que ha sido la gestión gubernamental en el área de la enseñanza.
–¿Cómo definir el perfil de la educación en el gobierno de Chávez? ¿Qué es lo positivo, qué lo negativo?
–Estos años de gobierno para algunos son una noche y para otros luminosos, pero lo más importante es la distancia que hay entre las intenciones, los anuncios y los hechos contrastables en la realidad.

Por eso es que, aunque es difícil encontrar a un venezolano que no crea, por el discurso de Chávez, que estos años se ha incluido a más alumnos en el sistema escolar, las cifras del propio gobierno (la Memoria y Cuenta del Ministerio de Educación) dicen otra cosa. En el año 2003 se redujo la matrícula escolar con respecto al año anterior.
Y en 2005 descendió el número de niños inscritos en primer grado, por debajo de los inscritos en 1995. No se corresponde con el crecimiento de la población.
Una de las explicaciones que Bravo Jáuregui da a este descenso es que no se han construido opciones reales de escuela. Y se remite a la información emanada de la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas en la página web del Ministerio de Educación. "Se muestran más de 20 obras este año, pero de estas, sólo una es una nueva edificación, lo demás son remodelaciones". Añade que las zonas marginales "se han recontra marginalizado y allí en ellas no hay escuelas".
–¿Entonces cuál considera que es el programa fundamental en materia educativa?, ¿las misiones?
–No, la escuela bolivariana. Y habría que ser muy mezquino para no reconocer su valor. Lo que creo es que han perdido fuerza, se han convertido en comedores más que en oportunidades de progreso cultural. Estoy totalmente de acuerdo con ellas como concepto, pero deberíamos estar discutiendo los resultados que en 2003 dio el Sinea (Sistema Nacional de Medición y Evaluación del Aprendizaje). El rendimiento de los alumnos fue más bajo en las escuelas bolivarianas que en las tradicionales. Algunos expertos han dicho que el tiempo que se consume en todos los aspectos relacionados con la comida es demasiado y le quita horas a las actividades académicas.
Sigue exclusión
Para Bravo la exclusión social está lejos de haberse atacado y remediado.
"Los movimientos para combatirla son muy empobrecedores. Por décadas tuvimos en educación dos círculos: el de la excelencia –privado– y el de las carencias –público–.
Pero ahora tenemos dos circuitos adicionales a estos que no anuncian nada bueno, porque son circuitos que reproducen la pobreza. Están las misiones que por cifras pesan más que el circuito bolivariano y hay otro circuito nuevo, que no se ha publicitado mucho: el plan de emergencia educativo, que son escuelas que no tienen nada, que están bajo una mata de mango, se ha democratizado sólo la miseria escolar".

–¿Pero cualquier proyecto educativo que incluya a los más pobres no es de por sí progreso?
–El gobierno de Chávez está muy lejano de ser un milagro educativo, ojalá no tengamos una noche de la educación. El problema es que no se ha logrado desarrollar una institucionalidad importante. El dinero de las misiones no se traduce, por ejemplo, en calidad ni en número de alfabetizados. El liceo bolivariano es un retroceso histórico para ocultar la incapacidad en hacer verdad la escuela básica de nueve grados. Mientras todos los países incrementan la educación básica, nosotros la redujimos. Este gobierno está consolidando una carencia, es un salto atrás.














Conclusiones
• Existen diversos problemas en la planificación educativa en Venezuela, destacándose entre ellos la manera poco crítica como está siendo adoptada la corriente de nuevas ideas y su transmisión mediante cursos improvisados, sin un mínimo proceso de adaptación a la realidad del contexto educativo del país.
• La atención se concentra en sectores sociales y áreas geográficas mejor desarrolladas que de una forma u otra, pueden intentar mantener el paso y aspirar integrarse en la sociedad global, mientras que las personas de las regiones más pobres se hunden más en la problemática educativa.
• Indefinición ideológica del gobierno, muchas veces anclado en lo bueno y lo malo del pasado, por lo que hace y por lo que no hace, sin fuentes suficientes de pensamiento crítico, ya que continúa un pensamiento tradicionalista.
Los problemas planteados buscan fundamentar un mensaje para quienes intenten planificar en la Venezuela actual, ya que es preciso que exista mucha más reflexión crítica y menos aferramiento a acciones peligrosamente simplistas y mal interpretadas, ya que no se busca una adaptación a la realidad del país para lograr unos resultados más efectivos.


Recomendaciones

Para que un país alcance un nivel de desarrollo adecuado, sobre todo en el sector educativo, deben hacerse las planificaciones basadas en su propia realidad y no en modelos externos que, quizás, funcionaron en otras sociedades, pero que por no estar basados en la misma realidad, no se pueden aplicar al contexto nacional, ya que no existe correspondencia con las necesidades e intereses de la población.
Por lo tanto, si bien es importante el bienestar de los ciudadanos, lo es igualmente la planificación educativa, la cual debe ser adecuada para llegar al fin último que es el desarrollo del país. Basado en tales premisas, se recomienda ejecutar las siguientes acciones:
- Desarrollar la personalidad del individuo en forma integral.
- Determinar las debilidades y las fortalezas de las instituciones educativas.
- Ejercer un liderazgo político y social, participativo y visionario.
- Invertir en recursos humanos.
- Acentuar la responsabilidad social e individual.
- Otorgar un papel primordial a la educación en todas sus etapas, niveles y modalidades.
- Promover mayor participación del sector privado.
- Fomentar la solidaridad social.

Referencias bibliográficas

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